martes, 22 de diciembre de 2015

Julio Catedrales

Decía Dionisio Ridruejo que los españoles “han practicado durante siglo y medio los modos más extraños de comportamiento histórico: entregados hoy a la esperanza mesiánica y mañana al fatalismo pasivo; un día al frenesí de la lucha, otro a la resignación o al cinismo". Así hemos sido y así somos.

Esta vez sin embargo los resultados electorales han sido aún más divertidos. En lugar de nuestro típico comportamiento cíclico, los españoles hemos decidido dar una nueva vuelta de tuerca al estilazo con el que nos hemos comportado en los últimos doscientos años. Hemos dejado eso de lo cíclico olvidado y nos hemos entregado a vivir nuestras pasiones todas a la vez. Así que los españoles hemos votado a la vez esperanza, fatalismo, lucha, resignación y cinismo. ¡Olé! A ver ahora quién gobierna eso.

La alternativa que suma PP y PSOE parece imposible dado el "efecto Raphael". Me explico. En la última película de Alex de la Iglesia, el gran Raphael se autoparodia y en un momente determinado se produce el siguiente diálogo:

- ¿Ha oído usted a Enrique Iglesias?
- No.
- El hijo de Julio Iglesias...
- No conozco a ningún Julio Iglesias. 

Parece que Pedro Sánchez no conoce a ningún Rajoy. Así que la única alternativa es sumar a media España contra la otra media, haciendo recuperar protagonismo a fuerzas políticas tan representativas como Coalición Canaria.... Se trata de sumar hasta llegar a la mitad más uno, así que cualquier voto puede y debe ser cortejado como si de una princesa casadera se tratase. O eso, o nuevas elecciones.

Mejor que no haya nuevas elecciones, porque ya estoy cansado de votar a partidos que sacan cero diputados. Y además, igual esta vez Unió es que ni se presenta...


 "No conozco a ningún Julio Iglesias".




jueves, 17 de diciembre de 2015

No hay color

Acaba la campaña electoral y no puedo recordar campaña anterior en la que los grandes líderes me fueran menos simpáticos. 

Todos me parecen personajes huyendo de si mismos. 

Mariano Rajoy huyendo de sus recortes, de su IVA y de su corrupción. Pedro Sánchez huyendo de la herencia y la sombra del talante de Zapatero. Albert Rivera huyendo de su nacionalismo español trasnochado y de sus amigos de la caverna. Pablo Iglesias huyendo de la distopía venezolana y del mal trago griego,..

Cobran así valor a mis ojos quienes han hecho de esta campaña un erre que erre. En contra de quienes ven en las convicciones algo caduco y creen fresco y atractivo todo lifting, me molan los recalcitrantes. 

Ese Alberto Garzón, comunista, clamando en su Andalucía natal: "¡Levantaos contra la oligarquía!". 

Ese Duran i Lleida, adalid socialcristiano del realismo y la moderación, proclamando que "no vamos a utilizar los sentimientos, aunque eso nos haga perder votos. Para que la gente pueda decidir necesita la verdad (...) nosotros defendemos el espíritu de concordia".

O Francesc Homs, independentista a ultranza, resolviendo todo problema desde su innegociable premisa: "El problema estructural se resuelve teniendo un Estado propio".

Auténticos frente a travestidos. Comunistas, moderados e independentistas, frente a quienes abusan del maquillaje y del botox. 

Al menos para mí, no hay color.

viernes, 11 de diciembre de 2015

El nuevo contestatario

Mira que me cayó mal en aquella campaña donde ibas al cine y te ponían un anuncio diciendo: "A Catalunya no hi cap tothom" ("En Cataluña no cabe todo el mundo"). Sin embargo, en estos días previos a las elecciones del 20-D, el discurso de Duran i Lleida está siendo el propio de un outsider. Atrás quedó el intento de hacer "realpolitik" para frenar el fascismo de Plataforma por Cataluña y los años de coalición con una corrupta Convergència. Ahora parece que Duran i Lleida se siente liberado para elaborar un discurso que no sea mero marketing caza-votos.

Un par de respuestas de Duran en entrevista con La Vanguardia: "Jacques Maritain dice que en la política te puedes ensuciar las manos pero nunca el corazón" - "Si el mensaje humanista, la suma de los valores clásicos y el cristianismo que es el respeto a la vida, dominaran las decisiones humanas, el mundo sería otro, sin los conflictos la injusticia ni la pobreza que tenemos. Es una utopía que hay que perseguir."

Dos críticas al embrutecimiento y la deshumanización de la política, junto a una reivindicación de la utopía.

Algunos dirán que es un discurso retórico y que votar una opciones así es lanzar el voto a la papelera. No lo sé, la verdad. Pero ante la perspectiva de votar al cuarteto de Alejandría o a alguno de los varios independentismos (agreste o aterciopelado), votar al cascarrabias de Duran se nos presenta a algunos como un acto de lo más contestatario.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Por ustedes

Llevo muchos años trabajando entre adolescentes y jóvenes.

Conforme voy ganando años pasa una cosa curiosa: también aumenta la edad del grueso de personas que más habitualmente se me acercan. Ahora mismo estoy ya trabajando prácticamente más con veinteañeros o casi, que no con adolescentes.

Y me he dado cuenta que uno de los problemas frecuentes en esa franja de edad es algo de lo que yo sé más bien poco, porque en ese tema he sido siempre bastante patán: el tema de las relaciones sentimentales.

No es que me vaya a reciclar en consejero sentimental, bastante tengo con mis propias angustias, pero no me queda más remedio que llevar en mi corazón esas preocupaciones, porque son las que preocupan a muchos de los chavales de esa edad.

Así que para ellos y para mí, nos dedico este clásico de Johnny Hallyday. Una interpretación en directo de "A los que hirió el amor".

¡Va por ustedes! Y que Dios nos coja confesados ;-)