martes, 24 de noviembre de 2015

Un tuerto auténtico

Sammy Davis Jr. era polifacético en extremo. No sólo un virtuoso de la música y la interpretación, sino también políglota.

Sammy bromeaba frecuentemente con el fuerte acento con el que su compatriota Nat King Cole cantaba en español. Él hablaba un español correcto, su madre era puertorriqueña. Nat sin embargo no entendía una palabra de español;  se aprendía fonéticamente las canciones y así las grababa.

Después de una gira por América Latina, Sammy Davis Jr. dejó de bromear sobre su colega debido a una pregunta recurrente. En todos los lugares donde actuaba, le preguntaban que "porqué no hablaba español como Nat King Cole"... Sin pretenderlo, el español de Nat King Cole se había convertido en un standar.

Vivimos un tiempo propicio para la impostura. La publicidad, el márketing, las estrategias comerciales, hacen pasar por auténticos a un billete tres euros, a unos nuevos Milli Vanilli o a tertulianos convertidos en políticos salvapatrias.

Reivindicar la autenticidad no está de moda, pero yo no pierdo las esperanzas. Prefiero ir tomado de la mano de un guía tuerto antes que guiado por un ciego con gafas de sol.

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