domingo, 31 de julio de 2011

Curiosidad

Esta semana ha fallecido John Stott, gran divulgador del cristianismo evangélico. Lo conocí en Madrid hace años, comiendo en casa del obispo Carlos, en la catedral anglicana.

Lo que más me llamó la atención fue su gran curiosidad por todas las cosas, señal de la genuina sabiduría.

Yo estaba deseando conocerlo y hacerle preguntas sobre mil cosas, pero al acabar la comida la verdad es que él me había preguntado más cosas a mí que yo a él. ¡A mí, que no soy nadie!

Se conservó joven y activo hasta el final de sus días, cumpliendo el dicho de Azorín: "La vejez es la pérdida de la curiosidad".

Descanse en paz John Stott. ¡Leed sus libros! Vale la pena.

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