miércoles, 14 de noviembre de 2012

Excepciones útiles


“Siempre hay mucho que decir en favor de no intentar aquello que no podrá hacerse. Pero este principio tiene sus excepciones” Winston Churchill.


Han transcurrido dos meses desde la manifestación de la Diada. Creo que cada día que pasa parece más difícil que Catalunya alcance una independencia clásica, por así decirlo. Europa no está por la labor y tampoco hay una mayoría rotunda de catalanes independentistas.

¿A qué viene entonces todo este clamor por la independencia?

Bueno, para muchas fuerzas políticas es conveniente.

A CiU le permite enmascarar su mala gestión y su conservador programa de futuro. A los restantes partidos nacionalistas (ERC, IC-V y SI) les ayuda a convertir en voto útil (útil para la independencia) lo que antes parecía un voto lunático. Por su parte, Ciutadans y PP refuerzan su mensaje reactivo y articulan una campaña de resistencia frente al cambio.

Ésas son las excepciones de Churchill.

Ahora bien, aparte del interés electoral de cada partido, ¿sirve de algo al ciudadano medio todo este debate?

Creo que sí.

En primer lugar, es evidente que ya no hay marcha atrás respecto al decadente “Estado de las Autonomías”. ¡Incluso el PP habla ya de una nueva financiación para Catalunya!

En segundo lugar, la nueva situación obliga a tomar partido a todos los catalanes. Las elecciones autonómicas ya no son exclusivamente motivadoras para el electorado nacionalista catalán, ahora también lo son para el electorado unionista español. Muchos catalanes partidarios de la unión con España están comprendiendo claramente aquello de “la política la haces o te la hacen”.

En tercer lugar, el debate entorno al independentismo es un debate sobre nosotros mismos. ¿Somos una sociedad cohesionada? El independentismo no puede ni soñar ser mayoritario si no reconoce la diversidad de la sociedad catalana. Debe buscar elementos de unión que atraviesen las barreras culturales y que vayan también más allá del simple utilitarismo (“independientes viviremos mejor”).


Post scríptum: A todo esto, ¿dónde está el PSC? En la peor situación posible, arrojando la toalla en el primer asalto. No quiere entrar en el debate y se escuda en la palabra-talismán “federalismo” para reunir entorno suyo un pretendido voto sensato, inteligente. Lo del voto racional, de calidad, ya lo intentó D. Enrique Tierno con su PSP en la España de los setenta y no cuajó. Su soberbia les puede convertir en residuales.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario