miércoles, 10 de julio de 2013

Vulgaridad, esa enterradora

Ava Gardner estuvo viviendo varios años en España. Enamorada de la noche española, era posible encontrarla bailando hasta altas horas en cualquier insospechado local nocturno. Aún con varias copas de más, su glamour permanecía intacto y su personalidad magnética hipnotizaba a cuantos la veían.

Evidentemente, nunca cobró por salir de fiesta; al contrario, era conocida por su generosidad invitando a rondas y recompensando generosamente a los improvisados taxistas que la devolvían a casa. Muchos ciudadanos anónimos pueden dar de fe de ello, pues tuvieron el privilegio de conocerla.

Me acuerdo de Ava cuando encuentro en la red fotos de mis alumnos en discotecas y veo los carteles que les han llevado allí: "Miriam. Gran Hermano 14", "Discoteca Oficial Gran Hermano. Dayron, el concursante más bello de la casa", "Ferchu. El tronista más deseado. Mujeres y hombres y viceversa"... 

Hoy la gente paga por encontrarse con un "famos@". Y el "famoso" cobra, al menos lo suficiente para hacerse un nuevo implante.

Ser "famoso" se ha convertido en una profesión cuyo rasgo principal es el "exhibicionismo no gratuito".

¿Qué ha ocurrido con el Glamour? ¿Han muerto para siempre las Estrellas, enterradas por la Vulgaridad ? 


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