lunes, 22 de septiembre de 2014

Gambia en el corazón

Gambia es un país maravilloso, con uno de los presidentes más botarates e ineptos del planeta.

Militar de profesión y curandero de vocación, afirmó en su momento ser capaz de curar el SIDA utilizando una pasta de hierbas aromáticas, una bebida amarga y dos bananas. "Lo mío no es un argumento. Lo mío está demostrado. Se trata de una declaración. Puedo curar el SIDA y lo haré."

Ahora este energúmeno la ha tomado contra los gays. Está a punto de aprobar una de las legislaciones más injustas y atentatorias contra los derechos humanos de las personas LGTB. La comunidad internacional sigue mirando para otro lado pero al menos Amnistía Internacional ha alzado su voz.

Te invito a que firmes una petición al presidente de Gambia para que frene en sus inquietantes propósitos. Sí, ya sé que pensarás que probablemente este individuo ni tan sólo va a leer la petición... Pero, ¿se te ocurre hacer algo mejor? A veces estos tiranos se mueven impulsados por el resorte de la opinión pública internacional, les entra el miedo a verse acorralados y ceden, quién sabe.

Dos regalos antes del enlace a la petición de Amnistía.

Una foto con nuestro amigo Karam, gambiano y un auténtico currante.


Un vídeo de Charles Aznavour cantando una canción que compuso en los años setenta sobre la soledad de los homosexuales, discriminados e imposibilitados de mostrar públicamente su amor. Bravo por Aznavour, que en esa época estuvo en la vanguardia de un cambio de mentalidad necesario en Occidente. Sin embargo, en Gambia las cosas van camino de empeorar: los homosexuales no se enfrentan al peligro de la soledad sino a la amenaza de la muerte. Hagamos algo.



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