martes, 9 de septiembre de 2014

Reir y cantar (¡viva el surrealismo!)

Trabajar entre jóvenes a través del grupo scout me ha proporcionado experiencias bien intensas, muchas de ellas además divertidísimas. Hay que tomarse la vida con humor, y como nos dejó escrito Baden Powell, el verdadero scout sonríe y canta ante las dificultades.

Recientemente nos pasamos un viaje entero cantando en el coche. Creo que repasamos todas las bandas sonoras de Disney, de la A a la Z, ja, ja, ja.

Ayer fuimos a visitar una finca que se nos había ofrecido para poder acampar. La propietaria es una buena persona que acoge a cualquiera que está de paso o no tiene hogar para que encuentre refugio provisional en su finca.

Prefiero no dar detalles de la experiencia, pero creo que según el bagaje de cultura cinematográfica de cada uno la experiencia fue más o menos evocadora.

¿Habeís visto La Matanza de Texas o Los Chicos del Maíz? ;-) 

Al regresar de la finca otra vez tocaba viajar juntos en coche hasta Reus. Así que el viaje de regreso acabó por ser de nuevo terapéutico. Reímos mucho compartiendo impresiones y llegando a una conclusión: tenemos que ayudar a la propietaria. Es una buena persona, llena de buena voluntad y de planes disparatados.

Ojalá lo scouts podamos ser útiles para poner orden en ese caos de surrealismo y buenos propósitos.

En el coche volvimos a cantar y me vino a la mente el genial musical ficticio de Mel Brooks, "Primavera para Hitler".

¿Conocéis la peli Los Productores? Unos avispados productores deciden crear a propósito un musical fracasado para quedarse con una indemización de la compañía de seguros.

El punto culminante es la voluptuosa intepretación de la canción "Primavera para Hitler", que inesperadamente... ¡tiene un éxito arrollador! (para desesperación de los productores, maquiavelos de pacotilla).

Nunca existe una vuelta de tuerca definitiva en el surrealismo que la vida nos ofrece, je, je, ¡Y ojalá nos lo sepamos tomar con humor, por muchos años!

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