Como él vive en Francia y no puedo visitarle, voy a hacerle un regalito en forma de entrada en mi blog sobre un persona a la cual los dos admiramos: el general De Gaulle.
No sé qué aspectos admiro más del general, si sus virtudes públicas o privadas.
De su vida privada tal vez la parte menos conocida sea su devoción por su hija Anne, nacida con síndrome de Down y fallecida a los 20 años.
Durante la guerra, todas las noches De Gaulle recorría 130 kilómetros desde el frente hasta la casa donde se alojaba Anne para estar con ella. Su hija siempre le acompañaba allí donde él iba, aunque hubiera de quedarse en la retaguardia.
Me impresiona lo que De Gaulle confesó al capellán militar de su unidad acorazada:
"Para mí, padre, Anne ha sido una gran prueba, pero también una bendición. Es mi alegría y me ha ayudado mucho a superar todos los obstáculos y todos los honores".
Por encima de su imagen de hombre hermético, distante, orgulloso, el general encontró en la humanidad de Anne la sabiduría para vencer a los dos mayores enemigos de todo hombre: los Obstáculos y los Honores.
Admirable aprendiz el general.
Feliz cumple Emmanuel!