martes, 18 de septiembre de 2012

LA BRAGUETA DE D. MIGUEL - En la muerte de Carrillo

Ha fallecido Santiago Carrillo (1915-2012), el líder comunista español del siglo XX. 

Me merece mi respeto por su despegue del totalitarismo y opción final por la convivencia. Me estremecen sin embargo sus declaraciones y actitudes de juventud. 


¡Qué terrible fue la política española de los años 30! 


Cuando pienso en esos turbulentos años de la II República, quizás por contraste,  siempre me viene a la mente D. Miguel Maura. 


En dos ocasiones estuvo a punto Maura de ser presidente del gobierno. 


En 1935 se lo impidió la derecha, porque D. Miguel quería la amnistía para los izquierdistas presos tras la revolución de Asturias. 


En 1936 se lo impidió Largo Caballero, quien jugaba a ser el Lenin español (después de haber sido Secretario de Estado de Trabajo en la Dictadura de Primo de Rivera, ¡menuda esquizofrenia!)


D. Miguel representaba la razón, la legalidad y la búsqueda de consensos. Valores a los que la mayoría era refractaria en una época de crispaciones y excesos.


¿Con él hubiera sido posible la paz? Tal vez, quién lo sabe...


Santiago Carrillo definió así a Maura: "Él era eso que llamamos un político honrado que nunca incurrió en el pecado de la corrupción y que siempre dijo lo que pensaba." 


Tan sólo en una ocasión se encontraron Maura y Carrillo. En su conversación, surgió el tema de la proverbial honestidad maurista. 


D. Miguel fue expresivo: "Siempre fui por la vida y la política con la bragueta abierta". 


Probablemente por eso la Historia lo relegó a un rincón oscuro, entronizando a arteros conspiradores como el melifluo general Franco y el exaltado periodista Carrillo. 


Si de eso no somos capaces de sacar lección alguna, entonces mejor olvidemos de una vez esos años de odio y revanchismo. Descanse en paz Santiago Carrillo. 







4 comentarios:

  1. Sí, de adolescente trabajó en una imprenta como botones y luego pasó a ser redactor de El Socialista. Durante la II República siguió trabajando para El Socialista como cronista parlamentario.

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  2. No comparto para nada el ideario comunista de Carrillo. Es más, existe una gran distancia ideológica entre el comunismo y la socialdemocracia. Pero aún así, lamento profundamente su muerte, y espero que se encuentre en un lugar mejor. No creo que fuera mala persona. Que descanse en paz, Carrillo.

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  3. Gracias Max, yo también deseo lo mismo para Carrillo. Abrazos!

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