miércoles, 29 de octubre de 2014

Las virtudes cívicas se perdieron hace mucho

La corrupción alcanza dimensiones asombrosas en España. No hay día que los medios de comunicación no destapen un nuevo caso; pero algo muy hipócrita se pone también de manifiesto ante el escándalo que todo esto genera en la opinión pública.

¿Acaso no son vecinos nuestros los corruptos, no son realmente "uno de los nuestros"? Porque esa moda de imaginar una cierta "casta" o "banda de malhechores" símplemente disimula la gran verdad: hemos sido una sociedad tolerante con la corrupción porque hemos sido tolerantes con nosotros mismos.

Cantaba Tony Bennet que se sentía "un extraño en el paraíso". Nosotros nos hemos creído con derecho a construirnos cada cual nuestro paraíso en la tierra, al coste que fuese...

Menos rasgarnos las vestiduras y más ponernos las pilas todos y cada uno, para recuperar las virtudes cívicas que hace mucho desterramos como moralina superflua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario