martes, 28 de septiembre de 2010

Releyendo a Tolstoi

León Tolstoi es el anarquista cristiano por excelencia. Su amor a Dios y a la libertad están fuera de toda duda. Sus intuiciones siguen siendo verdaderas hoy en día, cuando los fariseos actuales de uno u otro color  pretenden imponer las virtudes por la fuerza y los que carecen de toda moral se amparan en el pluralismo para no exigirse nada a si mismos. Siempre hace bien leer a Tolstoi:

"El cristiano rechaza la ley del Estado porque no tiene necesidad de ella ni para él ni para los demás, puesto que juzga la vida humana más garantizada por la ley del amor que profesa, que por la ley sostenida por la violencia.
Para el cristiano que conoce las necesidades de la ley del amor, las necesidades de la ley de la violencia, no solamente no pueden serle obligatorias, sino que se presentan ante él como errores que deben ser denunciados y destruidos.
La esencia del cristianismo es el cumplimiento de la voluntad de Dios que no puede ser posible más que con la voluntad exterior absoluta. La libertad es la condición necesaria de la vida cristiana. La profesión del cristianismo libra al hombre de todo poder exterior, y al mismo tiempo le da la posibilidad de esperar el mejoramiento de la vida que busca en vano por el cambio de las formas exteriores de la vida.
Les parece a los hombres que su situación se ha mejorado gracias a los cambios de las formas exteriores de la vida, y, sin embargo esos cambios no han sido siempre la consecuencia de una modificación de la conciencia.
Todos los cambios exteriores de las formas que no son consecuencia de una modificación de la conciencia, no solamente no mejoran la condición de los hombres, sino que con frecuencia la agravan. No son los decretos del gobierno los que han abolido las matanzas de niños, las torturas, la esclavitud, es la evolución de la conciencia humana quien ha provocado la necesidad de estos decretos; y la vida no se mejora más que en la medida en que sigue el movimiento de la conciencia, es decir, en la medida en que la ley del amor ha reemplazado en la conciencia del hombre la ley de la violencia."


2 comentarios:

  1. Rafa;
    Me encanta tu blog pues tratas los temas que a mí me interesan.
    La figura de Tolstoi, como revolucionario y visionario, religioso y heterodoxo, pacifista y controvertido, siempre la he admirado y creo que hay mucho camino todavía por recorres siguiendo su senda.
    Espero poder seguir aprendiendo en este blog,
    Luis E.G.

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  2. Luis, si es que tú y yo a veces parecemos cortados por el mismo patrón, je, je. Gracias por tu comentario :-)
    Estos días estoy mirándome en el espejo de la vida familiar de Tolstoi, para aprender de sus aciertos y también de sus errores. Igual en algún momento me da por escribir sobre eso. Abrazos!!

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