martes, 21 de septiembre de 2010

¿Huelga, único recurso?

Desde luego, las condiciones de trabajo injustas deben combatirse, también el trabajo perjudicial para la salud por su exceso o sus riesgos. Pero el trabajo en si mismo no es un castigo. Como decía el obispo John Hall, (el último de los puritanos), el trabajo en el Paraíso era un placer pues “en su origen, el trabajo se realizaba sin que fuera necesario, sin que causara pena o fatiga”. No es un mito, es el ideal al que debemos apuntar.
Por eso, a pocos días de una huelga general, no me impresiona la forma en la que los sindicatos reivindican los derechos de todos nosotros. ¿Con un día entero de vacaciones? Uhmm...

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