martes, 20 de mayo de 2014

Años hablando

"Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados" - Emil Michel Cioran.


El día 3 de junio el gobierno catalán entregará el Premio Internacional Catalunya a Desmond Tutu, un gran luchador por la justicia a través de la no violencia y la reconciliación.

Como el arzobispo Tutu es anglicano y yo soy el arcediano (coordinador) de la Iglesia anglicana en España en el área Mediterránea, estoy invitado a la entrega y podré conocer a Desmond Tutu.

Desde luego, será un privilegio compartir unos minutos con alguien a quien, sin exageraciones, podríamos calificar como un hombre de Dios (por no decir un santo del siglo XXI).

He conocido en mi vida a muchas personas excepcionales; es la ventaja de tener años a mis espaldas No hago aquí una lista por no parecer pretencioso o peor, una especie de coleccionista de autógrafos; pero como digo es cierto que he tenido la suerte de conocer a personas muy especiales, de ésas que han pasado por el mundo dejando huella.

Nunca me he sentido cohibido ante nadie excepcional. Al contrario, siempre he tenido deseos de aproximarme a personas así para aprender de ellos, conocerlos mejor, intentar entender sus reacciones, etc.

Bueno, miento.

Cuando era jovencito me quedé de piedra una vez que fui al cine.

Era el primer multisalas que se inaguró en mi ciudad y aún hoy sobrevive con una existencia un tanto decrépita.

Resultó que en una de aquellas salas, ya no recuerdo si al empezar o terminar la peli, estaban sentados y muy bien acompañados varios miembros del grupo de rock Gatos Locos. Entonces eran una formación eminentemente rockabilly, así que tenían una estética inconfundible.

De todos los grupos de música de los años 80 y 90 (la época en que fui joven) las melodías y letras que mejor recuerdo pertenecen a Gatos Locos.

No supe decirles nada. ¿Qué podría haberles dicho? ¿Que disfrutaba mucho con su música, que me sabía sus canciones de memoria?

Tal vez podría haberles dado las gracias por esas canciones que me han acompañado siempre, como la que voy a enlazar al final de este post.

Pero la verdad es que no intercambié palabra alguna con Fernando ni los otros gatos,  porque me parecía superflua cualquier conversación.

De alguna forma, aunque era yo bien jovencito, ya había entendido que la mejor conversación que se establece con un músico es a través de sus canciones.

Y sí, con Fernando y los suyos puede decirse que llevo años hablando (y lo que nos queda).

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