lunes, 28 de marzo de 2011

Lo hizo.

No soy partidario de las teorías conspirativas ni de creer en manos ocultas que gobiernan el mundo; pero no tengo dudas que los medios de comunicación, como cualquier empresa, sirven a sus dueños.

El año pasado, mientras se recordaba la triste fecha de los atentados del 11-S, ocupaba la portada de los periódicos un fanático desequilibrado, Terry Jones. Era un pastor fundamentalista que quería quemar el Corán. Muchos se echaron las manos a la cabeza, no sé si por respeto a las creencias ajenas o por miedo a la reacción musulmana. ¡Incluso el presidente Obama intervino! Mi propio obispo escribió un artículo en la prensa pidiendo que nunca más nadie queme libros:

http://www.laluzdigital.com/index.php/blogs/rvdmo-carlos-lopez/157-no-mas-libros-quemados

Ahora se ha publicado en agencias y revistas especializadas que el fanático por fin ha cumplido su amenaza y que la semana pasada quemó un Corán ante sus fieles. No había cámaras. La noticia no ha ocupado portadas, de hecho es que no ha ocupàdo ni un párrafo en la prensa ni en las noticias televisivas. Se han enterado cuatro y el cabo.

¿Por qué el año pasado los focos del mundo estaban puestos en los bigotes de Terry Jones? ¿Quién en realidad deseaba provocar al mundo musulmán? ¿A quién obedecen los dueños de los medios de comunicación? Inquietante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario