domingo, 14 de octubre de 2012

Por qué soy unionista (todavía)

Ha pasado un mes desde el 11 de Septiembre. Ese día se puso de largo oficiosamente la conversión al independentismo de la principal fuerza política catalana, CiU. Desde entonces, las loas a la independencia de Catalunya se han sucedido en los medios de comunicación por parte de muchos propagandistas de la causa.

Mi primera reacción, viendo el auge espumoso que tomaba el asunto, fue intentar ver los aspectos positivos. Si Catalunya adoptaba estructuras de Estado, tal vez podríamos tener un Estado mínimo y funcional, cosa que es casi imposible lograr en España. El monstruo burócratico del Estado español parece ingobernable y difícilmente reducible.

Un Estado sin ejército, sin banco central, con autosufiencia energética y libertad política para defender los Derechos Humanos... Lo sueño para España, ¿porqué no conseguirlo anticipadamente para Catalunya?

Pasado un mes, nadie habla de nada de esto ni por asomo. Más bien todo lo contrario.

Vemos unos ejemplos. El President Mas dijo en una entrevista radiofónica que Catalunya no destinaría fondos para gastos militares porque estaría bajo la protección de la OTAN y la UE. Esto fue percibido mayoritariamente como "un resbalón del President". El director del Centro de Recursos Estratégicos de Catalunya salió al quite para recordar que hay que ponerse, desde ya, manos a la obra para que Catalunya tenga su propio ejército: http://www.europapress.cat/politica/noticia-primer-director-dels-mossos-demana-catalunya-independent-tingui-exercit-20120914214232.html

Respecto al Banco Central catalán, es visto como la única alternativa para lograr la viabilidad de la endeuda banca catalana tras la independencia. No se discute su existencia, solamente si el BC catalán podría o no darle a la manivela de la fabricación de euros. Unos dicen que podría fabricarlos y otros que sólo podría fabricar moneda propia (el antiguo "Florí"). En cualquier caso, las consecuencias serían inflacción y crisis cíclicas. O sea, más de lo mismo.

La independencia energética parece que no sea independencia... Nadie habla de ella. Solamente se cita a las multinacionales para decir que no abandonarían Catalunya :http://www.lavanguardia.com/local/tarragona/20121010/54352461223/basf-dow-chemical-mantendran-plantas-tarragona.html

Catalunya solamente produce el 4% de la energía que consume. Las compañías eléctricas españolas oligopólicas tienen comprado a casi todo el arco parlamentario para que nadie hable de alternativas renovables:  http://www.suelosolar.es/newsolares/newsol.asp?id=7057

Visto lo visto, nada parece indicar que las cosas vayan a ser muy diferentes en una Catalunya independiente. Todos calladitos. Y en el caso de la compra de energía a otros países (gas p. ej.), ningún comentario sobre los Derechos Humanos en tierras de Putin o Bouteflika, of course.

¿De qué se habla entonces en estos días en Catalunya cuando se habla de independencia? Bueno, eslóganes como "España nos roba" o "con la independencia subirían las pensiones". O sea, nada serio. El debate no va en serio, no hay debate. Hay una palabra, "independiencia", y quien busca sacarle provecho a un lado u otro del espejo.

Para terror propio y espero que ajeno, este auge del independentismo está despertando el nacionalismo español en Catalunya, que estaba más bien dormido. No me refiero a la reciente fiesta cívica del 12-O, un acto tan digno como la Diada, sin nada que objetar. Sino a los resultados que muestran las encuestas ante las próximas elecciones al Parlament: hundimiento del desnortado socialismo junto a un crecimiento del PP (que en el resto de España se desploma debido a su política incoherente e ineficaz) y la posible aparición en el Parlament de Plataforma por Catalunya, un partido de extrema derecha.

Resumen del Mes Primero de la CiU Independentista: La sociedad catalana se polariza y divide, el independentismo no articula un discurso razonado. Nada (todavía) me invita a dejar de ser unionista.




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