lunes, 15 de noviembre de 2010

Sí, aún duele

http://www.sentidog.com/lat/2010/10/11/ben-cohen-contra-los-suicidios-gays/

Estuve viendo el viernes pasado un documental sobre la vida de Rock Hudson. En mi ciudad tenemos un festival de documentales y acudió el director de éste a presentarlo.

Me dio tristeza conocer detalles sobre la odisea vital de Hudson, no podía dejar de pensar en ello durante todo el fin de semana.

Llevar una doble vida no es cómodo para nadie, por fuerza la salud mental ha de resentirse.

Tenía el bueno de Rock un tic nervioso que le había llegado a causar una deformidad en uno de sus dedos. Hasta el fin de sus días luchó con todas sus fuerzas por ocultar su homosexualidad al gran público, sólo la evidencia del SIDA le obligó a confirmar el rumor.

El caso es que lo que me quedó más grabado del documental fue una declaración que se escucha en un instante decisivo (y que he oído de viva voz en labios de otras personas gays): "Por supuesto que, si hubiéramos podido, hubiésemos preferido no ser gays".

Después de décadas de manifestaciones, días del orgullo gay, cambios legislativos, bodas civiles, ¿aún sigue doliendo en el alma ser gay? Parece que a bastantes personas SÍ.

La verdad es que pienso que, en cierto sentido, ahora es casi peor que antes.

Ahora no hay que llevar una doble vida, sino exponer la vida al escrutinio de todos. Los gays tienen que salir del armario sí o sí, deben casarse y exhibir una relación normalizada, soportar que cualquier histrión aparezca en los medios de comunicación hablando en nombre de todo el "colectivo", etc. Y todo ello conscientes que el corazón humano sigue sin perdonar al diferente, aunque sea políticamente incorrecto y por ello el desprecio sólo se exhiba a las espaldas.

¿Cuándo dejaremos de decirle a las personas "lo que se espera que hagan"? ¿Qué ocurre con la sexualidad, desde cuándo dejó de ser algo personal e íntimo? ¿Porqué hay que rendir explicaciones? ¿Quién dijo que el respeto ha de ganarse copiando el modus vivendi heterosexual?

En la Iglesia anglicana, mi Iglesia, la actitud ante la homosexualidad está provocando un debate muy amplio.

Sigo recelando de las posturas partisanas.

Los que con sus prejuicios alejan de la Iglesia a los gays deberían meditar sobre su propia fidelidad al Dios cuyo mirar, en palabras de San Juan de la Cruz, siempre es amor.

Pero quienes quieren poner a los gays un ramo de flores y un anillo de boda en la mano, una mitra de obispo y una estola de confesor sobre el cuello, tampoco me impresionan. Más bien traen a mi memoria la vieja canción de Lluis Llach: "No és això companys, no és això".

El respeto nadie debería ganárselo, se lo debemos a cualquiera por el mero hecho de ser persona. Ojalá aprendamos a respetar y amar la diversidad del ser humano, para aliviar con nuestra amistad el sufrimiento ajeno (que no es pequeño).


3 comentarios:

  1. La aproximación más positiva que he encontrado al fenómeno de la homosexualidad entre las organizaciones cristianas es la de

    http://www.courage.org.uk

    Ellos no emplean su tiempo intentando cambiar la orientación sexual de nadie, tampoco son un grupo de presión para abrir hueco a los gays en la administración de la Iglesia, ni se afanan en conseguir bendiciones que proporcionen al gay respetabilidad social.

    Su propósito es caminar junto a los cristianos gays y lesbianas para aliviar su sufrimiento, soledad y discriminación, dándoles el mismo respeto y dignidad que todo ser humano merece, reconociendo su orientación sexual como un don de Dios y compartiendo con toda la Iglesia esta aproximación.

    La historia de su fundador es admirable y alucinante, no te la explico para que te tomes interés en investigarla por ti mism@. Se llama Jeremy Marks.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta su blog y encuentro muy interesante todo lo que cuenta.Yo soy homosexual y anglicano,aunque oficialmente sigo siendo católico-romano pero quiero ser anglicano.

    Me ha gustado como ha defendido la homosexualidad y los derechos de los homosexuales.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Max por tus palabras. Ojalá en la Iglesia anglicana puedas encontrar tu hogar espiritual, para vivir la fe con libertad! Quedo a tu disposición. Un fuerte abrazo fraternal!

    ResponderEliminar